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Observatorio Silvia Berman de psicopolítica y salud mental popular.

En el trabajo con la Economía Popular de todos estos años fue apareciendo la pregunta más amplia sobre lo popular en la actualidad, o más bien, cómo las experiencias de cuidados, las cooperativas, los polos productivos, las ferias y redes de comercio justo, etc, contribuyen a gestar un “cuerpo político popular”. Esto surgió de tener en cuenta, entre otras cuestiones, no sólo el poder social de veto de determinadas políticas regresivas para las y los trabajadores, las propuesta en torno a nuevas legislaciones que amplíen derechos, o la inserción social a nivel territorial para producir comunidad al resolver cuestiones elementales de la vida (agenda de Tierra, Techo y Trabajo), sino también que estos procesos logran intervenir en las disputas “psicopolíticas”; poniendo en entredicho los embates de las modelizaciones anímicas y afectivas dominantes del capitalismo neoliberal.  

Es en ese camino, que llegamos entonces a la siguiente conclusión: el Precariado en Acción, en el marco de sus luchas y procesos de organización social y política, si bien aún no sea de manera programática ni planificada, viene desarrollando y sentando las bases para la consolidación de una verdadera alternativa psicopolítica democratizadora desde abajo y a la izquierda. Creando en su despliegue una gran cantidad elementos sui generis para la construcción de una plataforma de politización popular emancipatoria dispuesta a la reapropiación de los medios de producción de subjetividad en los territorios populares de existencia y de la capacidad de agencia y autonomía comunitaria sobre las dimensiones anímicas y afectivas de la vida en común.

El Observatorio Silvia Berman de psicopolítica y salud mental popular del Instituto Generosa Frattasi, pretende contribuir a la construcción colectiva de esa plataforma psicopolítica del Precariado en Acción. Estando convencidxs que la conquista de la “Soberanía anímica y afectiva” del precariado, y de la clase trabajadora en general, es un asunto demasiado importante como para seguir dejándolo en manos de “lxs expertxs” del psiquismo. Y que, por esto mismo, tampoco puede reducirse a los patrones psicoexistenciales de la Salud-Mental-del-Estado (SME). Necesitando, en cambio, construir colectivamente una respuesta decididamente político-militante con “Independencia psicopolítica de clase”, capaz de superar los límites sociales y políticos a los que inducen los patrones psicotécnicos burocráticos estadocéntricos y/o mercantiles; en tanto formas neoliberales de heterogestión profesional sobre las dimensiones anímicas y afectivas de nuestra vida en común.

Lo anterior, desde luego, no implica para nosotrxs dejar de atender al desafío de asimismo contribuir a la amplificación y transversalización de un vector popular democratizante tendiente a la autonomía comunitaria de la vida anímica hacia el interior del campo de prácticas que en la actualidad integran el campo de la SME. Para esto, abonando a la construcción y consolidación de una “salud mental popular”, que ya viene desarrollándose en diferentes experiencias de organización del precariado en nuestro país; en las que se prefigura una verdadera alternativa (ya no solo en) sino a la Salud-Mental-del-Estado. La cual, parte del piso de paradigmas de las conquistas obtenidas en dicho campo, en vínculo con la herencia de las luchas en defensa por los derechos humanos; pero que las exceden: entre otras cuestiones, al no reducir sus prácticas al paradigma estatalista y profesionalizante de la SME. Buscando, desde abajo y a la izquierda, crear nuevas vías para articular los procesos de organización territorial y sindical, de trabajo cooperativo y asociativo, de luchas en defensa y conquista de derechos como productores mismos de salud mental, el modo de vinculación entre Estado y comunidad, entre profesionales de la SME, usuarixs, sociedad en general y organizaciones sociales.